VIABILIDAD
Lo primero que tenemos que hacer, antes de entrar de lleno en el análisis del término viabilidad, es determinar su origen etimológico. Y esa tarea nos lleva a descubrir que aquel procede del francés viable, que a su vez se compone de dos vocablos latinos: vita, que puede traducirse como “vida”, y el sufijo –bilis, que es equivalente a “posibilidad”.
Viabilidad es la cualidad de viable (que tiene probabilidades de llevarse a cabo o de concretarse gracias a sus circunstancias o características). El concepto también hace referencia a la condición del camino donde se puede transitar.
Se conoce como análisis de viabilidad al estudio que intenta predecir el eventual éxito o fracaso de un proyecto. Para lograr esto parte de datos empíricos (que pueden ser contrastados) a los que accede a través de diversos tipos de investigaciones (encuestas, estadísticas, etc.).
Una definición clara de la actividad que se pretende realizar.
Un estudio concienzudo del mercado. Eso supone analizar no sólo las preferencias y hábitos de los posibles clientes sino también las distintas entidades que se van a convertir en competencia.
Un plan operativo referente tanto a los recursos técnicos como a los humanos que son necesarios y se poseen.
Un estudio económico financiero.
Un plan de marketing. Dentro de esta área debe establecerse de manera clara la política comercial que se va a llevar a cabo. De ahí que haya que centrarse en cuestiones tales como el producto, el precio, la promoción y la distribución del mismo.
Un análisis de la rentabilidad de la iniciativa, tanto a nivel económico como financiero.
Además de todo ello es importantísimo que en dicho plan de viabilidad se dejan muy claros los aspectos legales que hay que tener en cuenta y que hay que cumplir.
Un estudio concienzudo del mercado. Eso supone analizar no sólo las preferencias y hábitos de los posibles clientes sino también las distintas entidades que se van a convertir en competencia.
Un plan operativo referente tanto a los recursos técnicos como a los humanos que son necesarios y se poseen.
Un estudio económico financiero.
Un plan de marketing. Dentro de esta área debe establecerse de manera clara la política comercial que se va a llevar a cabo. De ahí que haya que centrarse en cuestiones tales como el producto, el precio, la promoción y la distribución del mismo.
Un análisis de la rentabilidad de la iniciativa, tanto a nivel económico como financiero.
Además de todo ello es importantísimo que en dicho plan de viabilidad se dejan muy claros los aspectos legales que hay que tener en cuenta y que hay que cumplir.
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